sábado, 23 de enero de 2016

BREVES APUNTES DE LA GUERRA CIVIL EN BENQUERENCIA

Antes de tocar el tema de la Guerra Civil Española en Benquerencia es necesario hacer referencia a la situación de España dentro del contexto europeo, que sufría fuertes convulsiones sociales ya muy próxima al estallido de la II Guerra Mundial. Por una parte, se mantenía todavía presente el recuerdo de 
la I Guerra Mundial, y por otra parte provoca inquietud la oleada
revolucionaria que se había iniciado en Rusia en 1917 y que tiene en Europa su reflejo, mucho más fuerte que las revoluciones de 1848, ya que ahora se había extendido también por el Este y el Sur de Europa. Parece que ante la nueva Europa sólo hay tres posibles alternativas: profundización de la democracia burguesa, o fascismo, o comunismo.
Dentro de las similitudes en la problemática el caso español resulta diferente, ya que si bien todos los problemas que encontramos en España podemos también encontrarlos en paralelo en muchos países europeos, sin embargo en ninguno de ellos se acabará
desencadenando una Guerra Civil.Si tenemos en cuenta la vertiente económica, España había sacado beneficio a la I Guerra Mundial, ya que su postura de neutralidad durante la contienda había supuesto un respiro para su maltrecha economía.
BENQUERENCIA
En en año 1936 gobernaba en Benquerencia la C.E.D.A.(Confederación Española de Derechas Autónomas).Partido político fundado por José María Gil Robles en 1933.
En las eleciones del 16 de febrero se formó una coalicción de izquierdas denominada Frente Popular y salió elegido alcalde Lorenzo Hidalgo Amaya, hombre enérgico y de fuerte carácter, que supo mantener el equilibrio de los dos bandos hasta el puntode que, aparte de las dos muertes que después comentaré, consiguió que no sucediera nada grave hasta la entrada en Benquerencia de las tropas Nacionales.
Había en Peraleda un sacedote hijo de  Benquerencia al que todo el pueblo le tenía en gran estima por su carácter y generosidad: Frutos Tena Amaya. Con él vivía su hermano Antonio de 17 años.
A Frutos le gustaba mucho la caza y el trayecto de Peraleda a Benquerencia o viciversa lo hacía andando o, mejor dicho, cazando. Siempre llegaba con algunas perdices o liebres  que regalaba a los más necesitados de cada Pueblo.
Cuentan que un día próximo al comienzo de la guerra fueron a verlos, en bicicleta, seis o siete amigos de Benquerencia. Allí organizaron un partido de fútbol y cuando éste acabó Frutos invitó a sus amigos a una gaseosa. Ante el asombro general se dirigió a la "Casa del Pueblo" y cuando entró todas las personas que allí había(de izquierdas) se levantaron a saludarle.
Al comenzar la guerra los dos hermanos se marcharon a Benquerencia donde vivieron en la sierra algún tiempo. El día 3 de septiembre de 1936 trataron de enlazar con las Tropas Nacionales a través de la Serena. Al llegar a la finca de Huertas Grandes se pararon a descansar en una casa de pastores semiderruida.Por aquellos contornos había unos pescadores, que, preguntados por los milicianos, les delataron sin saber quienes eran. Los llevaron a Castuera y al día siguiente los trasladaron a Malpartida donde fueron fusilados en el cementerio.Frutos tenía 33 años.
Frutos pidió a sus ejecutores que le fusilaran a él primero pero estos le contestaron que no podían cambiar el orden y no le hicieron caso.
Se comenzó a construir un campo de aviación en los Tachones y, al mismo tiempo, cuatro refugios   para protección de los trabajadores. Consistían en galerías subterráneas estibadas con maderas de las  encinas que arrancaron y que cortaban en un aserradero de Cabeza del Buey. Se construyó una carretera de acceso al campo que hoy es la actual carretera del Puerto.

En la sierra había un observatorio donde se instaló una linea telefónica y se avisaba mediante señales acústicas a los soldados que trabajaban en el campo de aviación de la llegada de los aviones enemigos.
Los detenidos de "derechas" estaban en la Ermita de San José y cuando el Jefe de la Guardia de Asalto, el capitán Medina, avisaba con un alguacil de su visita a Benquerencia con fines poco caritativos, Lorenzo les abría la puerta y pasaban aquella noche en sus casas. Al capitán Medina le decía que no había presos y le enseñaba la Ermita vacía. 
Benquerencia fue Zona Republicana hasta Julio de 1938 que fue cuando entraron en el pueblo las Tropas Nacionales. Días antes los dirigentes socialistas  del Comité  Revolucionario se habían marchado al Alamillo y se alojaron en el cortijo de La Perdiz. Cuando terminó la Contienda se presentaron en el pueblo. Fueron detenidos y juzgados quedando todos en libertad, excepto Lorenzo Hidalgo.
Cuando las Tropas Nacionales  ya estaban en la Serena y se veía la inminente toma del pueblo Lorenzo Hidalgo salió de Benquerencia por el camino del molino del Pajarero. Al entrar en el molino le avisaron unos milicianos de que los soldados nacionales estaban allí mismo.Salió corriendo por la puerta trasera. Le vieron y comenzaron a dispararle. No le hirieron pero se le rompió la hebilla de una de las zapatillas  y se dio un enorme golpe contra el tronco de un olivo.
Como pudo trató de llegar un poco más abajo porque sabía que por allí pasaba el "camino de carros de Magacela". Lo consiguió y tuvo la suerte de un señor de ese pueblo lo reconocio y lo subió al carro.
Al acabar la  contienda se presentó en Benquerencia donde fue detenido y juzgado en Castuera siendo puesto en libertad. Posteriormente volvió a ser encarcelado e inició un largo y penoso recorrido por las cárceles de Castuera, Trujillo y Almendralejo donde en el año 1943 fue fusilado en compañía de otras nueve personas. Los pusieron en fila, él estaba el último, y cuando les tocaba el turno les decían que se volvieran de espaldas.Él no se volvió y les contestó: "Los hombres mueren de frente, cara a cara". 

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